LA MAGIA DE LAS COCINAS ABIERTAS EN LOS RESTAURANTES
Fuente: Food & Wine en Español | Publicado: Febrero 14, 2025
Las cocinas abiertas representan un nuevo tipo de experiencia gastronómica, donde la interacción y el espectáculo son protagonistas.
Antes de la popularización de las cocinas abiertas, la cocina de los restaurantes era un lugar oculto, casi místico, reservado para los chefs y sus equipos. Era el “backstage” del restaurante, donde las recetas cobraban vida lejos de los ojos del cliente. Las cocinas abiertas, al contrario, rompen esa separación y permiten que el comensal no sólo vea lo que sucede, sino que se convierta en un espectador de la creación de su comida.
El concepto básico es sencillo: una pared o barrera física entre la cocina y el comedor es eliminada o sustituida por una estructura transparente, ya sea un ventanal, una barra o incluso un espacio sin paredes. Este diseño permite que los comensales puedan observar el proceso de preparación de los platos mientras disfrutan de su comida. Pero esta transparencia no es solo un tema visual; también implica una mayor confianza entre el chef y el cliente.
Lo que muchos consideran uno de los mayores atractivos de las cocinas abiertas es el espectáculo en sí mismo. La agilidad del chef, el ritmo de los cocineros en acción, el sonido de las ollas y sartenes, la sinfonía de colores y texturas; todo esto forma parte de una experiencia sensorial que va más allá del sabor.
“Las cocinas abiertas permiten que la gente no solo disfrute de la comida, sino que también pueda ver cómo se crea”,comenta Andrés, chef ejecutivo de un restaurante de alta cocina en Barcelona. “Es como un pequeño teatro, donde el ingrediente, el sabor y la técnica se presentan en una coreografía”.
El impacto en la relación chef-comensal
Una de las mayores revoluciones que han traído las cocinas abiertas es la relación entre el chef y el comensal. La cocina deja de ser un lugar oculto, lleno de secretos, para convertirse en un espacio de comunicación directa. En este entorno, el chef no sólo prepara un platillo; también es un narrador, un guía que acompaña al comensal en su viaje culinario.
Los comensales, por su parte, se sienten más conectados con la experiencia. Observar la dedicación de los cocineros y la precisión de cada movimiento, ver cómo se manejan los ingredientes frescos, cómo se elaboran las salsas o se hace un flambeado, crea una sensación de proximidad, casi como si estuvieran participando de alguna manera en la creación de su comida.
La cocina abierta y la transparencia
La apertura de la cocina también es una declaración de confianza por parte de los restaurantes. Al eliminar las barreras físicas, los chefs y el restaurante están mostrando transparencia, invitando a los comensales a ver el proceso que hay detrás de cada plato. Esto genera un ambiente de mayor confianza, donde el cliente sabe exactamente lo que está comiendo, cómo se elabora y qué estándares de calidad se están siguiendo.
En un mundo cada vez más consciente de la procedencia de los alimentos, las cocinas abiertas también permiten que los restaurantes demuestren el uso de ingredientes frescos y de calidad. Ver cómo los chefs manipulan productos orgánicos, cómo se manejan los utensilios con cuidado y precisión, le da al comensal una sensación de seguridad y de respeto por la comida que consume.
Fuentes:
Claudia Rodríguez, chef ejecutiva de Cielo Abierto | Escuela de Hostelería de Barcelona, estudio sobre tendencias en restauración (2023) | Informe de The Restaurant Institute (2024).
FUENTE: Food & Wine en Español.