En enero pasado el Índice de Precios al Consumidor (INPC) aumentó 1.70 por ciento, la mayor tasa para un mismo mes desde el año 2000. La aceleración de los precios al inicio del año fue resultado de la liberalización del costo de la gasolina y del gas LP cuya variación superó el 15 por ciento en todo el mes. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las ocasiones previas en las que los precios habían superado el 1 por ciento para un mes de enero fueron en 2010 cuando registraron una variación de 1.09 y previamente en 1999 cuando llegó a 2.53 por ciento.
En su comparación anual, la tasa de inflación fue de 4.72 por ciento, que superó el objetivo del Banco de México (Banxico) de 3 +/- un punto porcentual por primera vez en 25 meses.
El agregado de la inflación subyacente, aquella que excluye los precios de los productos más volátiles como energéticos y agropecuarios, registró una tasa de 0.58 por ciento, en la cual el precio de los alimentos, bebidas y tabaco se incrementó 1.20 por ciento y el de las mercancías no alimenticias 0.70 por ciento.
Por otro lado, el agregado subyacente subió 5.14 por ciento debido al avance en 12.67 por ciento del componente de los energéticos. Las frutas y verduras descendieron de precio en 3.60 por ciento en el mes.
Los consumidores resintieron mayores precios en la gasolina de bajo y alto octanaje con incrementos de 16.81 y 21.73 por ciento, de igual manera el gas doméstico LP subió 17.85 por ciento y el limón 34.32 por ciento.
La temporalidad permitió que el transporte aéreo y los servicios turísticos por paquete disminuyeran sus precios en 29.99 y 9.09 por ciento. De lado del sector agropecuario, los consumidores vieron descender el precio del jitomate, del chile poblano, del chile serrano y del tomate verde en 35.39, 15.88, 12.68 y 12.33 por ciento.
A pesar de que funcionarios gubernamentales han indicado que la aceleración de los precios, producto del incremento de la gasolina, es temporal, analistas consideran que el efecto que tiene el incremento de los energéticos en otros bienes comenzará a notarse en los próximos meses, además de la persistente depreciación del peso respecto al dólar que encarece los productos importados y que se nota en el componente de mercancías no alimenticias.
FUENTE: ANTAD.
