10 ALIMENTOS PREHISPÁNICOS DE MÉXICO QUE SEGUIMOS CONSUMIENDO EN LA ACTUALIDAD
Fuente: Animal Gourmet | Publicado: Marzo 28, 2025
¿Qué sería del mundo sin el chocolate o la salsa de tomate? Seguro un lugar muy triste; por eso, nunca nos cansaremos de reconocer que gracias a decenas de alimentos prehispánicos de México, existen muchos platillos a los que estamos acostumbrados hoy. Sigue leyendo y descubre cuáles son.
¿QUÉ ALIMENTOS PREHISPÁNICOS DE MÉXICO SEGUIMOS CONSUMIENDO?
Aparte de los obvios como el aguacate, el chile, el frijol, el cacao, el jitomate y el maíz, existe un listado de productos endémicos de México presentes en nuestra alimentación desde hace cientos de años (algunos hasta de miles de años, como el maíz, cuyo primer vestigio de domesticación data de hace ¡7 mil años!)
1. Calabaza: es uno de los productos endémicos de México más antiguos en domesticación, cerca de 10 mil años. Es prima del chayote y parienta lejana del pepino, del melón y de la sandía. Se le aprovecha todo, su cáscara madura se usa como jícara y recipiente; y las semillas, forma parte de diversos guisos, moles, pipianes, botanas y postres; y ni qué decir de la flor, un manjar que no puede faltar en quesadillas.
2. Chayote: su nombre proviene del náhuatl hitzayotli, que significa calabacita espinosa. Es un alimento con pocas calorías, y su composición es 90% agua y mucha fibra, que lo hacen una excelente opción para diversos platillos.
3. Vainilla: una vaina que, al secarse, se transforma en un regalo muy preciado para el mundo, ya que no solo es uno de los sabores favoritos de postres también aromas de cientos de perfumes.
4. Quelites: es el nombre genérico que nuestros ancestros le daban a las yerbas comestibles que se encontraban en el monte. Hay de muchos tipos, pero los más conocidos son el pápalo; las verdolagas, que además son increíbles para espesar salsas y guisos, por su gran cantidad de mucílago; hoja santa; chipilín/chepil; chaya, muy consumida en el sur del país; quintoniles, huauzontles y epazote.
5. Amaranto: lo amamos en las alegrías, pero desde tiempos ancestrales se consumía por la cantidad de proteínas y nutrientes que contiene. Nuestros ancestros solían amasar las semillas de amaranto con miel y dale mayor consistencia.
6. Insectos: el consumo regular de insectos, arácnidos y artrópodos se conoce como entomofagia y era común en la dieta cotidiana de toda Mesoamérica. Incluso hoy en día los seguimos viendo en platillos de todas las regiones de nuestro país, entre los que se destacan los chapulines, saltamontes, abejas, avispas, guachichiles, abejorros, hormigas chicatanas, escamoles, chinches (jumiles, xamues y el ahuautle, conocido como el caviar mexicano), escarabajos, libélulas, cigarras, gusano de nopal, gusano blanco y rojo de maguey.
7. Hongos y setas: lo que para unos es una plaga, para otros es un manjar (pensemos en el huitlacoche). Tal es el caso de muchos hongos y setas que crecen en nuestro país, donde son conocidos como nanácatl, del náhuatl nácatl, ‘carne’. La mayoría son nombrados por el lugar donde crecen o por alguna característica física.
8. Cacahuate: no hay reunión o botana de bar sin ellos; por eso, hay que agradecer al mundo mesoamericano por darnos el cacáhuatl, que se traduciría como grano de la tierra.
9. Miel melipona: la particularidad de este tesoro de las abejas beecheii, endémicas de Yucatán, es que su uso no se restringe en la cocina. Los mayas las consideraban sagrada por sus propiedades curativas y antibacteriana, y la usaban para curar heridas y quemaduras, para aliviar la inflamación de la garganta. Esta miel es muy nutritiva y cuenta con un sabor único ácido y umami.
10. Nopal: amados por muchos y odiados por otros, no podemos negar que esta cactácea está presente en muchísimos platillos y es tan nutritiva que se hacen muchísimo productos derivados, como la harina. Incluso, es difícil pensar en un taquito sin ellos.
FUENTE: Animal Gourmet.